3.- Evitar el tabaco: El tabaco de por sí amarillea los dientes, y con las carillas ocurre lo mismo. Si fumas y utilizas carillas, ya tienes una razón más para dejarlo…
4.- No abusar de algunas bebidas: El café, el té, gaseosas, bebidas con color u oscuras, vino tinto, uvas, remolacha, capulí, salsa de tomate, mostaza, etc. favorecen el oscurecimiento de los dientes y por ende el de tus carillas, si lo haces, acercarás cada vez más la visita al dentista para realizar el mantenimiento (en el caso de las de composite) o directamente cambiarlas (en el caso de las de porcelana).
5.- Realizar limpiezas profesionales periódicas: No hay nada mejor que acudir mínimo dos veces al año, a tu propio dentista para realizarte una revisión y la limpieza que elimine posibles acumulaciones de sarro y manchas en los dientes mediante un buen pulido.
7.- Atención a las acciones de morder: Las carillas generalmente suelen colocarse en los dientes frontales, por lo tanto es importante evitar morder, cortar o sujetar objetos como celofán, hilo, uñas, lápices, tapas de botellas, entre otros. Además comidas como: pan duro, cortezas, frutas muy duras, cáscaras de frutos secos, melcochas,chocolatines, etc, están desaconsejadas morderlas con los dientes frontales. Todas estas acciones pueden dañar, desprender y/o romper las carillas, por lo que se deben evitar como prevención.
8.-Cuidado con algunos deportes: Si practicas deportes de contacto, que tenga la posibilidad de que en el algún momento recibas un golpe en la boca, te recomendamos usar un protector dental. Un golpe fuerte en las carillas puede hacer que se desprendan o directamente romperlas.
NOTA: En las personas con tendencia a apretar los dientes, chasquear o friccionar, es obligatorio el uso del protector dental entregado por tu odontólogo.